El laberinto del abuso sexual en la niñez de Honduras

Por Daisy Bonilla | En Altavoz

Cada seis horas una niña o un niño es víctima de violación en Honduras y los niveles de impunidad son elevados: en ocho de cada caso no existe una condena contra un agresor, según datos recopilados en cuatro años. Expertos señalan la necesidad de priorizar presupuesto y campañas de prevención, pero el tema no aparece en la agenda legislativa y la atención a niñez tampoco es una prioridad en el presupuesto nacional.

Desiré recuerda que una noche, mientras dormía en un sofá ubicado cerca de la cocina de su casa, su padrastro llegó borracho y empezó a manosearla. Recuerda que ella, entonces de 12 años, intentó gritar, pero las palabras no salían de su boca. Peleó con todas sus fuerzas para defenderse, pero sus intentos fueron inútiles para frenar al adulto que logró abusar sexualmente de ella. Su historia es muy parecida a la de muchas niñas en Honduras, donde cada seis horas un niño o una niña es víctima de abuso sexual, según datos de un estudio de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ).

Los abusos son cometidos con mayor frecuencia contra niñas y adolescentes entre 10 y 16 años, y en menor porcentaje contra niños. Entre 2016 y 2020, hubo 8,945 denuncias por agresión sexual a menores de edad en Honduras, de ellas 8,732 eran niñas (87.55%) y 1,099 niños (12.28%), de acuerdo con el. Informe denominado “Índice impunidad y respuesta institucional ante el abuso sexual infantil en Honduras”.

El mayor número de casos se registró en la región centro norte del país, seguido de los departamentos de Francisco Morazán, Cortes, Atlántida, Comayagua y El Paraíso, de acuerdo con los datos del estudio.

Las cifras revelan que la impunidad prevalece. Del total de denuncias solo en 1,454 (16.25%) hubo una sentencia condenatoria, por lo que el 83.74% de los casos quedaron impunes. O lo que es lo mismo: de 10 casos denunciados 8 quedaron sin que se condenada al culpable. En ese periodo, 2020 tiene el índice de impunidad más alto (87.19%) y el 2019 el más bajo (80.93%).

Las evaluaciones forenses realizadas por abusos sexuales entre 2016-2018 por la Dirección General de Medicina Forense, y consignadas en el estudio de ASJ, establecen que de cada 10 casos, ocho corresponden a menores de edad y solo dos a adultos.

La jueza de niñez Beliz Torres señala que el abuso infantil es un flagelo que está sufriendo una buena parte de la población menor de edad hondureña y que muchas veces pasa desapercibido porque el agresor amenaza con causarle un mal peor a la víctima: como atentar contra su vida o contra la de un ser querido; entonces, dice la jueza, el niño calla y este abuso en algunas ocasiones se extiende por varios años de su vida.

Un tema fuera de la agenda

La Constitución de la Republica hondureña en su capítulo IV describe los derechos de la niñez. El artículo 123 establece: “Todo niño deberá gozar de los beneficios de la seguridad social y la educación”

“Desde la simple lectura del articulado, podemos percibir que el Estado está todavía en mayor deuda con la niñez”, señala la jueza Torres y esto, dice, no depende solamente de los operadores de justicia, ya que la demanda debe ser proporcional a la capacidad de respuesta del Estado. Y el número de jueces, juezas, el personal técnico, psicólogos y trabajadores sociales son insuficientes.

Cada 10 de septiembre, fecha en la que se celebra el día de la niñez en Honduras, los políticos repiten en sus discursos: “Nuestros niñas y niños son el futuro de nuestra patria”, aunque en la práctica se observe falta de voluntad para aprobar políticas públicas que protejan a la niñez.

El Congreso Nacional de Honduras integró a un grupo legisladores a la comisión relacionada con la Familia, la Niñez, Juventud y Adulto Mayor. La diputada Silvia Bessy Ayala Figueroa es una de las integrantes. Se le preguntó si han abordado el tema de la violencia sexual infantil, y admitió que no lo han discutido como tema exclusivo dentro de la comisión. Pero, según ella, sí lo han tocado como parte de toda la problemática de la niñez en el país centroamericano.

La atención a niñez y adolescencia tampoco es prioridad en las finanzas públicas. El presupuesto general de la república de 2022 es de 360,000 millones de lempiras , de esta cantidad el porcentaje asignado a instituciones públicas que trabajan por el bienestar de la niñez, es reducido en comparación a los montos asignado a las secretarias de Seguridad, Defensa y Gobernación, señala el economista Anibal Delgado.

El economista opina que no hay ningún futuro para la niñez, si se sigue transitando la misma ruta: “Si seguimos con esos indicadores sociales tan deprimentes no estamos construyendo país, no estamos construyendo una nación sana, estamos construyendo conflictividad, corrupción, narcotráfico y convulsión social”, afirmó.

El camino a la resiliencia

Desiré, ahora mayor de 30 años, ha recorrido tres décadas de dolor, pero hoy su panorama parece irse reparando. Cree que el amor, el acompañamiento y la comprensión de su tía le ayudaron a superar la difícil experiencia vivida cuando tenía tan sólo 12 años. El cariño y comprensión de su pariente la incentivaron a estudiar y a culminar su carrera universitaria. "La amaré siempre", expresa.

El psicólogo Mauricio Velásquez, experto en atención a niñez, explica que todo niño o niña puede adquirir la resiliencia a este evento traumático con el apoyo de sus padres o de un ser querido. Científicamente se puede abordar de distintas formas, apunta. La primera refiere a la Terapia del Perdón. La segunda es la Terapia Eye Movement Desensitizacion and Reprocessing (EMDR), que traducido al español significa Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares.

EMDR es un abordaje psicoterapéutico que fue inicialmente desarrollado como un tratamiento eficaz para intervenir sobre el Trastorno de estrés Postraumático, y que, posteriormente, dada su eficacia, se ha ampliado a multitud de patologías. También está la terapia Narrativa, que se fundamenta en el diálogo y la palabra, es uno de los recursos más utilizados en el marco de la psicología humanista, explica Velásquez.

La abogada Reina Valerio, coordinadora regional del Ministerio Público de Honduras, dice que una estrategia es la creación de políticas públicas que vayan orientadas a la prevención del delito, y que estas sean dirigidas a toda la población en general para generar conciencia sobre cuáles son los efectos que genera la violencia en la niñez.

También plantea incluir en la currículas escolares el abordaje de la violencia sexual infantil de una manera responsable, con un lenguaje comprensible para que las niñas y niños puedan reconocer acciones que pudiesen ser un indicativo de violencia y denunciarlo.

El psicólogo Velásquez apunta: “La mejor manera de prevenir es la educación. Debemos fortalecer factores predeterminados como los valores y principios desde la familia. Estamos viviendo en una sociedad que se deteriora cada día más, donde priva la violencia, a todo nivel para la resolución de conflictos. Las políticas públicas relacionadas con la salud y la educación deben priorizar a la niñez hondureña y ampliar los espacios recreativos para una convivencia”.

Un estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Universidad de Edimburgo estableció que entre las determinantes más comunes de la violencia contra la niñez se encuentran las normas sociales y de género (machismo); las historias de violencia armada, conflicto e inseguridad; las disparidades sociales y económicas; la migración por violencia o desplazamiento forzado; y los sistemas de protección infantil deficientes.

Según el sociólogo Jesús Santos, la mayoría de los delitos de abuso sexual infantil son cometidos por hombres, porque históricamente el hombre ha integrado sociedades machistas y patriarcales donde este era la figura predominante. Y esto no solo ocurre en Honduras, sino a nivel mundial, recalcó.

El panorama en la región

UNICEF recopiló los datos de la región en los últimos seis años. Estos indican que la violencia física, emocional y sexual contra niñas y niños prevalece tanto en los hogares, las escuelas, así como en línea. La violencia físcia es la que ocurre con mayor frecuencia en los países con datos comparables, según los estudios. Países como El Salvador, Colombia, Haití y Honduras tienen rangos altos de casos. Lo que también apunta este informe es que la violencia sexual contra niñas y niños es la menos medida en estos países, porque los datos suelen estar desactualizados.

Existen experiencias de campañas de prevención a nivel latinoamericano, como la que lanzó UNICEF y la secretaria de Educación en el año 2018 en Ecuador, cuyo contenido estuvo dirigido a los padres, madres y cuidadores para prevenir el abuso sexual en la infancia. El propósito era crear un ambiente de seguridad para la niñez. El proceso, según esta iniciativa, debe iniciar desde el mismo seno familiar, haciéndoles sentir a las niñas y niños que son amadas, amados e importantes, escuchándoles con atención.

También está otra experiencia denominada “#YoConfío: ¡súmate a la cruzada!”, impulsada por la Fundación La Confianza en Chile.“Sensibilizar a la población sobre el tema de abuso sexual infantil, la importancia y la gravedad del hecho, pero sin sembrar pánico, sino creando confianza y sinergia entre las personas. Ese era nuestro objetivo”, explicó, José Andrés Murillo, director de la fundación.

Desiré, la joven que a los 12 años fue abusada sexualmente, ahora conoce sobre las distintas organizaciones internacionales que abordan el tema de la violencia sexual infantil, y anhela que todo este conocimiento pueda esparcirse en todas las escuelas y colegios por la radio, en un efecto multiplicador, incluso, para que todos los niños, niñas y jóvenes estén informados y puedan reconocer y denunciar para evitar ser una víctima más de esta amenaza sobre la niñez hondureña.

¿Cómo ayudar a un amigo/a que fue agredido sexualmente?

Estos son algunos puntos que pueden permitir apoyar a alguien que enfrentó una agresión de tipo sexual:

  1. Brindale tiempo, escuchar su historia atentamente y creerle.
  2. Reafirnarle todo momento que lo que sucedió no fue su culpa.
  3. Alentarle a conversar con un adulto de su confianza si no lo ha hecho todavía.
  4. Ofrecerle compañía para cualquier diligencia que vaya a realizar en busca de ayuda.

¿Dónde denunciar?

Para una denuncia marca el número 110. Esta es una línea telefónica a la que se accede de forma gratuita.La persona que llama será atendida por profesionales del área legal y psicológica con experiencia en manejo de crisis y están capacitados para recibir su denuncia, darle acompañamiento y consejería.

¿Qué hacer cuando se sospecha de abuso sexual infantil?

  1. -Escuchar atentamente, no juzgar ni culpar a la niña o al niño de lo sucedido.
  2. -Explicarle que se le brindara ayuda de manera discreta.
  3. -Denunciar acompañado de un adulto o de un psicólogo.
  4. -Participar en grupos de autoapoyo de los sobrevivientes a este abuso.